Por la abrumadora mayoría del 83,3%, superando el 82% de las primarias, ahora sí, con todas las formalidades, Leonel Chiarella es el intendente reelecto de Venado Tuerto (Bruno Taddia, de Ciudad Futura, sumó el 11,1% y Hernán Porta, de Juntos Avancemos, el 5,7%) y en diciembre próximo lanzará su segundo mandato, ya con nuevos desafíos, y "en sintonía con el gobierno provincial", como tantas veces insistieron en la campaña los candidatos venadenses.

En este sentido, tal como lo hacían presumir los resultados del mes de julio, el hughense Maximiliano Pullaro, candidato a gobernador de Unidos para Cambiar Santa Fe, se impuso en la sumatoria provincial -con aplastante victoria en General López- y será el sucesor de Omar Perotti, intercambiando roles, pues el diputado provincial de la UCR se sentará en el Sillón del Brigadier y el rafaelino seguramente presidirá el bloque justicialista en la Cámara baja.

Desde las internas del 16 de julio en adelante, el mayor mérito de Chiarella fue sostener el mismo ritmo, estilo y perfil de la gestión. No se dieron margen, ni el intendente ni sus colaboradores, para distracciones ni triunfalismos. Incluso, entre elección y elección, el gobierno municipal presentó el documento diagnóstico del Plan Estratégico Participativo (PEP), ya con las nuevas líneas de acción rumbo al segundo mandato, varias de las cuales surgieron de propuestas de vecinos e instituciones, que luego alimentaron el plan de los 12 puntos estratégicos que hizo suyos el ahora gobernador electo para la transformación de Venado Tuerto.

FUENTE: SUR 24